22/10/2025
El Parlamento de Nicaragua aprobó un préstamo de 57,4 millones de dólares con la compañía China Communications Construction Company Limited (CCCC), destinado a financiar la construcción de la planta eólica "La Mesita", en el departamento de Estelí, al norte del país. El proyecto, impulsado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, busca fortalecer la matriz energética nacional y profundizar la cooperación con China, que se ha convertido en uno de los principales socios económicos de Managua.
La iniciativa fue presentada con carácter de urgencia por la bancada oficialista y respaldada por mayoría parlamentaria, dominada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Según los términos del acuerdo, los fondos cubrirán el diseño, construcción y puesta en marcha de la planta, cuya ejecución estará a cargo de la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (ENATREL).
Actualmente, Nicaragua cuenta con cuatro plantas eólicas que aportan una capacidad total de 186,2 megavatios, gracias a inversiones que superan los 447 millones de dólares. Con la instalación de "La Mesita", el país espera incrementar su producción de energía limpia y reducir la dependencia de fuentes fósiles, en línea con los compromisos internacionales de transición energética.
Sin embargo, el proyecto ha generado preocupaciones ambientales y cuestionamientos sobre la falta de procesos de consulta a comunidades indígenas y campesinas de la zona. La Fundación del Río y otras organizaciones denunciaron que el gobierno "viola los derechos territoriales" al otorgar concesiones sin cumplir con los procedimientos establecidos por el Convenio 169 de la OIT. El ambientalista Amaru Ruiz advirtió que el avance de megaproyectos sin evaluación ambiental podría afectar áreas de alta biodiversidad.
Desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas con China en 2021, tras la ruptura con Taiwán, el gobierno de Ortega ha intensificado la cooperación bilateral en sectores estratégicos como la energía, la infraestructura y la minería. Solo en 2024, Nicaragua recibió más de 900 millones de dólares en préstamos provenientes de Beijing para obras públicas y proyectos extractivos.
La alianza entre Ortega y Xi Jinping se consolidó en los últimos años bajo la figura de una "asociación estratégica", que incluye el desarrollo de puertos, carreteras y zonas mineras. En paralelo, el Ejecutivo otorgó 9.300 hectáreas a empresas mineras chinas, una decisión que desató nuevas denuncias de daño ambiental y expansión de actividades extractivas en zonas costeras.
Con este nuevo acuerdo, China refuerza su presencia en el sector energético nicaragüense, mientras Estados Unidos evalúa sanciones y medidas comerciales contra el régimen sandinista por violaciones a los derechos humanos. La combinación de inversión extranjera, control político y conflictos ambientales perfila un escenario de creciente tensión interna en Nicaragua, donde las prioridades del desarrollo económico chocan cada vez más con las demandas sociales y ambientales.
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