28/11/2025
El dictador Nicolás Maduro volvió a encender las alarmas geopolíticas al instruir a la Fuerza Aérea venezolana a mantenerse en "alerta máxima", en medio del avance de fuerzas de Estados Unidos en el Caribe y de la intensificación de la Operación Lanza del Sur, una estrategia norteamericana orientada a desmantelar redes del narcotráfico y al Cartel de los Soles, estructura criminal vinculada a altos mandos del chavismo.
Desde un acto por el aniversario de la Aviación Militar Bolivariana, Maduro retomó su narrativa militarista y afirmó que Venezuela está lista para imponerse si el país debiera convertirse en una "república en armas". Sostuvo que ningún tipo de "agresión externa" pondrá en riesgo la supervivencia de su gobierno y aseguró que la nación está preparada para defender "los derechos de la patria".
El discurso coincide con la llegada al Caribe del portaaviones USS Gerald R. Ford, su grupo de ataque y aeronaves como los F/A-18 Super Hornet y un bombardero B-52, movimientos que el régimen interpreta como una amenaza directa a su estabilidad. Según Maduro, Estados Unidos utiliza como "excusa" la lucha antidrogas para justificar su presencia militar cerca del territorio venezolano.
Mientras tanto, el chavismo aceleró en las últimas semanas la movilización de milicias civiles, prácticas militares y una retórica de "unión popular-militar-policial", en un contexto marcado por un creciente aislamiento internacional.
Ese aislamiento se profundizó con la decisión del INAC de suspender las operaciones de aerolíneas como Iberia, TAP Portugal, Turkish Airlines, Avianca, Latam Colombia y Gol, acusándolas de "terrorismo de Estado" por haber cancelado vuelos tras la advertencia de la FAA sobre riesgos en el espacio aéreo venezolano. El ultimátum de 48 horas que el régimen impuso a las compañías venció sin respuesta, dejando a miles de pasajeros varados y agravando la desconexión aérea del país.
La IATA exigió al régimen revisar la medida y restablecer la conectividad, remarcando que las aerolíneas priorizan la seguridad de pasajeros y tripulaciones ante un escenario inestable.
El cierre del espacio aéreo complica a quienes buscan abandonar Venezuela, mientras varios países de Europa y Latinoamérica elevaron sus alertas para ciudadanos residentes o en tránsito, ante la posibilidad de una escalada militar y un deterioro aún mayor de los servicios básicos.
Maduro continúa sosteniendo que Venezuela enfrenta una ofensiva de "fuerzas imperialistas", mientras refuerza la militarización interna y reprime toda disidencia en un panorama de crisis económica, sanciones internacionales y pérdida de apoyo global.
Estados Unidos y gobiernos de la región siguen de cerca la situación, atentos a nuevas decisiones del régimen que podrían profundizar la tensión diplomática y el quiebre con la comunidad internacional.
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