Gabriel Boric, el equilibrista: entre resistir la avanzada republicana y avanzar con las reformas de Gobierno

El presidente de Chile Gabriel Boric se enfrenta a uno de sus momentos más difíciles al frente de la primera magistratura del país trasandino. Su amigo, compañero, y ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, presentó su renuncia luego de fuertes presiones por parte del opositor Partido Republicano para que dejara su cargo.

Tras la renuncia de la subsecretaria de Cultura, Andrea Gutiérrez, hace menos de dos semanas, ahora se suma la dimisión del funcionario y amigo del Presidente. De esta manera, el llamado "Caso Convenios" se ha llevado puesto a dos miembros del gabinete en menos de dos semanas, un golpe muy complejo de digerir para la administración de Boric, sobre todo si se tiene en cuenta que sumado al descontento popular por la causa de desvíos de fondos que salpica a varios integrantes del gobierno, el primer mandatario chileno aún no ha podido avanzar en ninguna de las reformas que consideraba como primordiales.

No ha sido nada fácil para Boric su primer año y medio al frente del Palacio de la Moneda. Después de haber sufrido varios reveses, como su intento por reformar la constitución chilena, el Presidente había logrado sortear aquellas duras derrotas en el Congreso, lugar desde donde todas las miradas de la oposición comenzaban a dirigirse hacia Jackson. A partir de allí, y con mucha más fuerza en el último tiempo, los sectores opositores volvieron a avanzar en contra de su ministro y fundador del partido Revolución Democrática, esta vez, a raíz del Caso "Convenios".

La dimisión del ministro de Desarrollo Social es un durísimo golpe al Gobierno del Frente Amplio y una muestra de cómo el conservadurismo imperante en los partidos tradicionales se niega a ceder espacio y se anota una victoria en medio de un contexto adverso para Boric, y es que, una vez conocida la renuncia de Jackson, la oposición anunció que retiraría la acusación frente al parlamento, la cual de haber seguido su curso, lo hubiese inhabilitado a ocupar cargos públicos los años siguientes.