15/12/2022
Isabella tiene 9 años y su gran pasión es la danza. A través de las redes, muestra todo su talento, incentivando, además a miles de chicos y adultos con su misma condición. Asimismo, los impulsa a superarse, a creer en ellos mismos y que además comprendan que para bailar lo único que se necesita es corazón.
Desde muy niña fue diagnosticada con el síndrome de regresión caudal, una condición muy poco frecuente que ocurre uno en un millón de nacimiento. Además de contar con múltiples secuelas que corresponden a esta enfermedad como vejiga neurogénica y escoliosis baja, ella le demuestra al mundo que se puede tener una vida normal.
Asimismo, para ella, su condición, nunca fue un impedimento para disfrutar y hacer lo que le gusta. Por otro lado, desde muy pequeña tuvieron que hacerle cuatro cirugías antes de los dos años, para que ella pudiera caminar.
A pesar de todo esto, esta niña oriunda de Argentina, soñaba con tener su propio espacio en las redes. Donde pudiera dejar un mensaje de fortaleza e inspiración, es así que acompañada por su familia, esta talentosa bailarina ha conseguido llegar a muchos jóvenes, quienes se sienten representados a través de su cuenta.
Este es un sitio donde puedo mostrar lo que hago, también para darle un mensaje a todos los niños del mundo con discapacidad, para que sepan que todos los sueños se pueden lograr, señaló Isabella en diálogo con Diario Latina. Entre tanto, su madre, Liliana Ríos, señaló: Ella tiene una excelente calidad de vida y siempre que ha querido hacer algo la hemos apoyado. Cuando quiso andar en bicicleta le conseguimos y adaptamos una, lo mismo cuando quiso andar en skate y con el baile lo mismo.
Por otro lado, señaló que, como todo niño comenzó jugando en casa, pero al ver su interés por esta actividad inició en un taller de flamenco en un centro cultural del barrio, donde descubrió su amor por el baile. Es así que, luego de cuatro años y varios estilos de música aprendidos, Isabella se lanzó al mundo de las redes, donde comparte todo lo que ha aprendido en su vida.
Asimismo, incentiva a sus seguidores a que no se sientan encasillados por tener alguna condición, sino a que aprendan y se superen día con día. Siempre nos han explicado que una persona con discapacidad no tiene un patrón, que lo vaya a condicionar toda su vida, al contrario esto se establece en el trato a las personas y como la gente los ve, señaló Ríos.
Ante esto, manifestó que las personas, cualquiera sea su condición, deben sentirse motivadas a intentar y experimentar; para así conocer qué pueden y que no llegar a hacer. En mi caso, sé que mi hija no es de cristal, es una niña como cualquier otra, siempre que se cae sabe que se tiene que levantar, va a tener que experimentar un montón de cosas, para no ser dependiente de nadie, aseguró Liliana.
Con tan solo 9 años y una actitud muy activa y positiva, Isabella ha conseguido miles de seguidores, quienes gracias a su contenido se alegran todos los días de encontrar material nuevo en sus redes. Nos han contactado gente de todo el mundo, que nos han contado cosas tan hermosas como desgarradoras y eso habla mucho del alcance de las redes, de los chicos que se sienten identificados con ella; el aprecio que le tiene es tan grande, que hasta le piden consejos, es una hermosa comunidad, señaló con una sonrisa su madre.
Por otro lado, tanto Isabella como Liliana, aseguraron que sus profesoras no adaptan sus coreografías, ya que a como dé lugar Isabella logra adaptarse. Siendo una más dentro del equipo y demostrándole al mundo que su condición no es una limitación cuando alguien hace algo que le gusta.
De esta manera, Isabella logra romper todas las barreras y prejuicios que existen socialmente, respecto a las personas con alguna discapacidad. Destruyendo los mitos que rondan sobre estas y que la sociedad comprenda que pueden llevar una vida completamente normal, la cual es posible si se los trata con respeto y equidad.
Como cualquier persona con una condición, Isabella vive con los prejuicios sociales que existen de manera indirecta. Desde las baldosas flojas de la ciudad que dañan su prótesis, hasta las eternas luchas con las obras sociales que no se responsabilizan por los equipos que necesita para su salud.
No importa cuál sea la discapacidad de la que hablemos, siempre hay falencias sociales, sin embargo, lo que respecta a la motriz, falta muchísimo muchísima educación y leyes que los protejan y que los acompañen, señalo Liliana y agregó: A nosotros, como padres nos toca luchar constantemente, para que a ella le den una prótesis, porque se le va cambiando cada seis meses o cada año a más tardar, porque ella crece y siempre necesita de una más grande.
Asimismo, estableció que busca que estas cuestiones se prioricen, para que no deba en algún futuro tener que lidiar con esta problemáticas, por lo que espera que se vuelvan trámites más accesibles. No buscamos quedar en el victimismo o en la falta de empoderamiento, por eso como padres debemos enseñarles para que puedan tener un menor presente y futuro, estableció Liliana y detalló: Queremos que ella pueda luchar por sus derechos, que pueda demostrar que con inteligencia, con esfuerzo y amor, haciendo las cosas bien, todo se puede lograr.
Cabe señalar que, más allá de los prejuicios, Isabella ha hecho de sus redes sociales un espacio para la comprensión y la lucha. Asimismo, le permite seguir siendo una niña amante del baile y una jugadora de básquet que inicia (quizás) su carrera deportiva. Entre tanto, se permite disfrutar de todo lo que le gusta y a la vez contar con el apoyo de sus padres, quienes siempre la acompañan e incentivan a animarse a cosas nuevas.
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