20/04/2023
El periodista colombiano, Rafael Moreno, llevada dos años documentando y denunciando la corrupción en el departamento de Córdoba, en el norte de Colombia. Haciendo seguimiento del impacto ambiental que tenían las labores de una mina de níquel, establecida a cielo abierto, en la región. Como así también, una amplia trama de corrupción y el desvío de fondos públicos previo a su fatídico crimen, recibió una nota con amenazas y una bala.
"Ya sabemos todos los movimientos que haces, dónde vas, a qué hora te levantas, a qué hora te acuestas. Ya sabemos dónde tomas trago en Montelíbano. Mejor dicho, sabemos todo de ti. No te vamos a perdonar lo que estás haciendo", decía el mensaje.
El dramático mensaje que enviaron anónimos, junto con una munición, era una respuesta clara de que el investigador se encontraba en siguiendo la pista correcta. La cual, desencadenó su repentino deceso, sin embargo, no lograron callarlo, dado que esto dejó en evidencia más de una falla en el sistema colombiano.
Según recabaron varios medios de comunicación, locales e internacionales, Moreno estaba a punto de develar una trama que involucraba a políticos locales, cárteles de droga, empresas mineras y a las familias más prestigiosas en hechos delictivos, con adquisiciones públicas turbias y minería sin licencia, lo que está siendo publicado bajo el nombre de "Proyecto Rafael".
El 16 de octubre del 2022, el periodista concurrió a su restaurante Rafo Parilla en Montelíbano, a contabilizar lo recaudado en caja, cuando un sicario vestido de camisa y encapuchado lo ejecutó sin mediar palabra profiriéndole varios disparos. Si me van a matar, mátenme pero no me van a silenciar, había dicho hace unos meses, a sabiendas de que en cualquier momento se la cobrarían tras meterse contra la Mafia local, en una zona manejada por el Clan Golfo, uno de los cárteles más sanguinarios de Colombia.
Sabemos todo de ti, no te vamos a perdonar lo que estás haciendo. Así, que ya sabe parcero, este resto de proveedor de esta 9 (milímetros) está esperando por ti, mensaje de la carta amenazante.
Sin embargo, lo que sus sicarios no sabían era que la investigaciones Moreno, sobre el impacto ambiental-sanitario de ciertas empresas mineras, la malversación de contratos públicos y las licitaciones en base al favoritismo, era compartida a la nube de SafeBox Network, una nueva herramienta de resguardo del consorcio Forbidden Stories, en donde otros como Alfredo Guachiré en Paraguay, Paola Ugaz en Perú o Haruna Mohammed Salisu en Nigeria, están declarando que suben la información allí por propia seguridad.
Cabe señalar que, Rafael Moreno era consciente de que su vida corría peligro, más aún luego de meterse con la familia más poderosa de Colombia, los Calle. Donde el investigador descubrió que miles de camiones llegaban a la Quebrada del río Uré, casi al límite de una reserva natural protegida, para extraer arena de manera ilegal, destinada luego a obras públicas, siendo este lugar de extracción una propiedad del clan Calle, una de las seis familias de políticos más influyentes de Colombia.
Estamos llevando a cabo una investigación muy rigurosa y nos enfrentamos a muchos problemas. Se trata, prácticamente, de un modus operandi en el que las administraciones públicas, los empresarios y los consorcios aprovechan el lecho del río de Uré y sus arenas para realizar obra pública, sin tener ningún permiso, licencia o título de concesión, explicó el periodista antes de su muerte, quien también se adentró en el sistema clientelar respecto a la adjudicación irregular de contratos públicos, que tuvo lugar por el ex alcalde de Puerto Libertador, Espedito Duque, y de su sucesor.
El 12 de octubre, cuatro días antes al asesinato, el periodista Rafael Moreno envió varias solicitudes de información al municipio para conseguir información sobre el río de Uré y la propiedad de los Calle, data que llegó dos días después de su muerte.
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