31/01/2023
Melanie Rolo González y su hermana Merlyn, son dos estudiantes de Medicina en Cuba, pero al ver que sus oportunidades eran limitadas, decidieron pagar miles de dólares para migrar a Estados Unidos. Pusieron en riesgo la vida antes de llegar a la frontera con México, pero por suerte lograron atravesar el límite e ingresar a Florida. Ellas son parte del mayor éxodo que ha vivido Cuba en toda su historia.
Ambas salieron del aeropuerto principal de Nicaragua y vieron un mar de hombres jóvenes. Allí, los coyotes centroamericanos entrecerraban los ojos, tratando de encontrar a las personas que llevarían de forma clandestina a Estados Unidos. Estos fueron los primeros pasos que Merlyn, de 19 años, y Melanie, de 24, se vieron fuera de Cuba. Con un par de mochilas, y una bebé de apenas un año, ambas mujeres se dieron cuenta de lo solas que estaban.
La travesía, contaba de recorrer más de 6.760 kilómetros, enfrentarse a los peligros de lo que disponía esa odisea. Viendo ante a cada desafío algo que resolver, incluso estando al borde de la muerte, con tal de llegar a alcanzar el sueños americano.
Este es una más de las miles de trayectos que los cubanos han hecho, migrando a Estados Unidos, todos ellos enfrentado distintas situaciones en sus respectivos hogares, que los orillo a una migración masiva. Ante la crisis alimentaria y económica que los rodea, incrementada por la pandemia y contado con una inflación alta, muchos de ellos decidieron irse de la isla.
El éxodo, hizo que el gobierno de Joe Biden, implementara una medida de administración para reducir el número de inmigrantes de Cuba, a los que históricamente el país había acogido incluso cuando rechazaba a haitianos, venezolanos, mexicanos y personas de otras naciones latinoamericanas y caribeñas.
Las hermanas Rolo González, perdieron la esperanza en el futuro de su país. Por lo que con optimismo descansaba en la vaga idea de una vida en Estados Unidos y un futuro mejor para su niña. Es así que, el pasado 13 de diciembre, después de la medianoche, las hermanas Rolo González estuvieron por última vez en su casa, de La Habana, donde dejaron a su madre.
Al despedirse de ella, solo le dijeron que la querían, subieron a un avión y partieron a Nicaragua, donde se contractaron con un contrabandista que tenía una foto de ellos en su teléfono y recibió instrucciones por WhatsApp. Tras pagar 3,600 dólares en efectivo, su guía era una presencia vaga, pero constante, que les enviaba mensajes con instrucciones a medida que pasaban de contrabandista a contrabandista.
Una vez que pagaron, comenzaron un viaje de 12 horas con el coyote, que las llevó hasta una casa en ruinas donde pasaron la noche. Se despertaron antes del amanecer. Con el aire frío, Melanie y Merlyn comenzaron a caminar a través de una montaña escarpada salpicada de fincas de maíz y café: la frontera entre Nicaragua y Honduras.
Las hermanas continuaron así durante días, recorriendo Honduras y Guatemala en autobús, automóvil y a pie a lo largo de los paisajes salpicados de volcanes de América Central. Viñedo todo tipos de paisajes que son parte de Centroamérica, rodeando océanos, lagos y ríos.
Por su parte, su madre desde Cuba, se aferraba a su teléfono, recibido mensajes de sus hijas, siendo su consuelo de que todo estaba bien. Durante su travesía, las tres jóvenes, viajaron junto con otros 18 migrantes a las 3 de la mañana. A bordo de una vieja camioneta azul recorrían Chiapas, México, siguiendo una fila de cinco autos que transportaban en su mayoría cubanos. Estaban atravesando un pasaje informal de tierra, construido por contrabandistas, el cual era resbaladizo.
Merlyn estaba acunando a su sobrina cuando el auto resbaló y giró, dando vueltas mientras caía. La sacudida arrojó a Merlyn y a la bebé por el parabrisas junto al conductor. La joven cubana envolvió a su sobrina con su cuerpo. Terminado con heridas leves. Tras el accidente, reviso los signos vitales de su familia, vendo la cabeza de su hermana y continuaron el recorrido.
En la víspera de Año Nuevo, las hermanas Rolo González vadearon el Río Grande desde Juárez hasta El Paso temprano en la mañana. Inmediatamente fueron recibidos por agentes de la Patrulla Fronteriza, detenidos en Texas y liberados rápidamente con 60 días de libertad condicional. No obstante ingresaron ante de que se establecerá la medida. Entre tanto, en Daytona Beach, Florida, los amigos de la familia los esperaban. Globos decoraban sus camas y una cuna rosa en un rincón.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.