14/03/2023
La ex ministra de Rafael Correa, María de los Ángeles Duarte, huyó de Ecuador para esconderse en Caracas (Venezuela); Desde allí, solicitó asilo en la Argentina. La funcionaria, había sido condenada a ocho años de prisión por cohecho. Ante la condena, permaneció refugiada en la embajada argentina en Quito y durante el fin de semana viajó en secreto hacia Venezuela.
Entre tanto, según se supo, el Gobierno argentino señaló que no opondrá objeciones al pedido de la ex ministra de Correa, y espera sus próximos movimientos para acelerar la entrega de su pasaporte nacional que le permitirá ingresar al país sin demoras.
Port otro lado, tras corroborarse estos hechos, el embajador argentino en Ecuador, Gabriel Fucks, habló con la ex ministra en las últimas horas. Durante aquella charla, Duarte le comentó que se encuentra en Caracas y que se disponía a pedir el asilo en la sede diplomática de la Argentina en Venezuela. Le quiero agradecer todo lo que hicieron por nosotros, le dijo antes de cortar la comunicación.
Duarte permaneció dos años en la residencia diplomática en Quito junto a su hijo, que tuvo con el cantante argentino Marcelo Pastore. Es por ese mismo, vínculo familiar, Duarte solicitó el asilo que la Cancillería concedió y nunca pudo utilizar por decisión de Guillermo Lasso, presidente de Ecuador.
Cabe señalar que, el caso al que está vinculada Duarte, con posterior condena, se dio dado que logró probarse su participación directa en el caso sobornos 2012-2016. Dicha acción judicial, corresponde a una investigación que reveló una trama de financiamiento irregular del movimiento Alianza País. Este grupo era una coalición política que encabezó Correa y que tuvo como una de sus principales protagonistas a Duarte, que entonces era titular de la cartera de Transporte y Obras Públicas.
Asimismo, en los expedientes se detalla que una asesora de Correa -llamada Pamela Martínez- llevaba un cuaderno de contabilidad que registraban los aportes ilegales de empresas privadas al aparato político del ex presidente. Entre esas compañías se encontraba la constructora brasileña Odebrecht, que enfrentó casos de corrupción en toda América Latina.
Por su parte, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, rechazaba el pedido de asilo solicitado por la Cancillería. Por su parte, argumentó que no existe ese beneficio legal para condenados por corrupción. Y por eso nunca concedió el salvoconducto que hubiera permitido a Duarte y su hijo abandonar la embajada argentina en Quito y tomar un avión rumbo a Buenos Aires.
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