14/01/2023
El, ahora, ex teniente de Policía, Germán Cáceres, confesó haber asesinado a su esposa, María Belén Bernal, dentro de la Escuela de Policía de Quito, el pasado 11 de septiembre. Según la versión que dio desde La Roca, la cárcel de máxima seguridad en donde permanece desde el 3 de enero, aseguró haber cometido el siniestro crimen.
El implicado, se había fugado a Colombia, país en el que fue capturado, luego de que las autoridades dieran a conocer el caso y su rostro. Entre tanto, Elizabeth Otavalo, la madre de la víctima, pide justicia por las calles de Ecuador, esperando a que Germán Cáceres "diga qué ocurrió la macabra madrugada" del femicidio efectuado en la Escuela de Policía.
Según la declaración del detenido frente a sus abogados y los de la familia de Bernal, Cáceres aseguró que mató a su esposa, ocultó el cuerpo en su habitación del recinto policial y posteriormente lo trasladó hasta el cerro Casitagua, a 10 minutos de la Escuela, en donde tras cavar un hoyo, lo escondió. Durante toda su declaración, aseguró haber actuado solo, según contó el abogado Jesús López, representante legal de Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal.
Tras dar su declaración, el implicado adoptó el derecho al silencio y evitó responder las preguntas de los abogados. Con lo cual, no brindó más detalles al respecto. Dijo que él, en medio de la acalorada discusión con su esposa, la estranguló luego de haberla golpeado, contó López a la prensa local, luego de la declaración.
Según sus dichos, Cáceres golpeó a Bernal y le realizó una llave con la cual le quito la vida. Cuando comprobó que no tenía signos vitales, escondió el cuerpo en la habitación para luego enterrarlo. Además de asegurar que, sus acciones fueron efectuadas bajo los efectos del alcohol.
Las declaraciones se dieron poco antes de la instrucción fiscal del caso, que tendrá lugar este 15 de enero. Por lo que se convocará a la audiencia para la presentación de indicios. Hasta esa fecha, dijo López, no podía revelar más detalles de la confesión de Cáceres, pero aseguró que en algunos detalles faltó a la verdad.
Durante las declaraciones de Cáceres, Otavalo no pudo entrar a la ampliación de la cual ocurrió el pasado 12 de enero, solo permitieron ingresar a la defensa de las partes. Luego de saber lo que dijo el ex teniente, tras afirmar ser el femicida de María Belén, para lo cual no nombró a cómplices diciendo haber actuado solo, Elizabeth señala que hay algo extraño en el caso.
Ante las afirmaciones y las sospechas, esta madre con dolor señaló: Le mató a mi hija en la Escuela Superior de Policía y ahora dice que solo él fue. Asimismo, señaló que el implicado faltó a la verdad y hay inconstancias en su versión, por lo que considera que lo ayudaron más personas desde que sacó el cadáver de la institución policial. Puesto que, según las perspectiva de Otavalo, cuando hallaron a su hija en el Casitagua, 10 días después de ser asesinada, su cuerpo no estaba en estado de descomposición y no había mal olor.
El día que yo encontré a mi hija, después de 10 días de su fallecimiento, yo la reconocí porque una mamá reconoce a sus hijos. Le vi su piel y le vi sus manos. Lastimosamente no vi su cara porque este señor le puso una funda de basura en la carita. Y la forma cómo ella estaba, tipo trípode con la cabecita hacia abajo. Toda su sangre cayó a su cara y aparte los golpes que este señor de pronto le propinó estaba muy morada la cara y su cuerpo yo le tomé, sus piernas, sus pies, sus manos no apestaba y no estaba en estado de descomposición, contó en una entrevista para FM Mundo.
En sus dichos, la madre aseguró que: Además la enterraron cavando un hueco, lo que causa más interrogantes ¿él solo la llevó, la cargó, la enterró? De donde estaba mi hija es como unos 100 metros hacia adentro. Es algo que está premeditadamente armado.
El caso ha causado una fuerte conmoción en todo Ecuador, dado los pequeños detalles siniestros que encubren el crimen, y que durante el proceso judicial se irán develando. Asimismo, el caso de María Belén Bernal, abogada y madre de un niño de 13 años, estaba casado con Cáceres desde el 2017. El 11 de septiembre de 2022 ingresó a la Escuela de Policía, en el norte de Quito y nunca más se la vio con vida.
Sin embargo, tras el ingreso, la mujer fue declarada como desaparecida y Cáceres, tras una primera declaración se dio a la fuga, levantando aún más las sospechas de los investigadores. Puesto que, en la denuncia, el ex teniente, aseguró haber tenido una fuerte discusión en su vehículo, cuando se dirigía a su domicilio. Por lo que ella se había bajado y tomó un taxi.
Entre sus declaraciones, el implicado habría dicho: no vaya a creer que yo la desaparecí. Desde entonces el ex teniente estuvo prófugo y tenía una alerta roja de la Interpol. Diez días después de la desaparición, el cadáver de Bernal fue encontrado en el cerro Casitagua. Los exámenes médico legales demostraron que fue estrangulada.
Desde entonces, su madre Elizabeth Otavalo, junto a colectivos feministas, no ha parado de reclamar justicia e incluso ha calificado al femicidio como un crimen de Estado considerando que sucedió dentro de una instalación policial y que fue perpetrado por un miembro activo de la institución que estaba en funciones.
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