Violencia extrema en México: arman a niños para combatir el crimen organizado

Un grupo de niños de entre once y quince años del municipio de José Joaquín de Herrera, ubicado en el estado de Guerrero, en México, fue armado con rifles, escopetas y pistolas para proteger a la comunidad, en el marco del fuerte aumento de los hechos de violencia que han ocurrido en ese estado.

La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitaria-Pueblos Fundadores (CRAC-PF), en la comunidad indígena Ayahualtempa fue quien estuvo a cargo de la formación del grupo de quince niños y cinco niñas que han sido entrenados en el manejo de rifles calibre 22; escopetas de calibres 20, 16, 410, y también pistolas, mientras que un grupo de adultos salió en búsqueda de una familia completa que se encuentra secuestrada desde el pasado 19 de enero.

La situación en la pequeña comunidad de Guerrero es sumamente alarmante, y las autoridades locales justificaron la integración de niños armados para la protección de la comunidad "ante el resurgimiento de la violencia" producto de la disputa entre grupos de crimen organizado, por hacerse con el control de la zona.

Uno de los miembros del miembro del Consejo del Gobierno Náhuatl, Luis Morales Rojas, describió la situación en la que se encuentra la comunidad de Ayahualtempa. ""Los que nos están acribillando, los que nos están secuestrando a nuestra gente son Los Ardillos (grupo delictivo). Tenemos conocimiento de que hay comunidades que están controladas por ellos, pero nosotros no hemos provocado a nadie, nos provocan a nosotros, por eso pedimos a las autoridades municipal, estatal y federal que nos apoyen con agentes de seguridad", afirmó Morales.

Cerca de una veintena de organizaciones criminales ejercen presencia en el sureño estado de Guerrero, entre las cuales se destacan el Cártel de la Sierra y/o Sierreños, Guerreros Unidos, La Familia Michoacana y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), como las más violentas e importantes en un enclave fundamental para la producción y distribución de drogas.

Durante el 2023, 752 menores de edad fueron víctimas de una muerte violenta en territorio mexicano, de las cuales cerca de un 75 por ciento estuvo vinculado con el crimen organizado, según los datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).