Sube la tensión: México se niega a aceptar migrantes deportados por Texas

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que su administración no aceptará a migrantes que sean deportados por la implementación de la polémica ley SB4 en el estado norteamericano de Texas. "Si pretendieran deportar, por ejemplo, que no les corresponde, nosotros no aceptaríamos deportaciones, de una vez lo adelanto, del Gobierno de Texas y no nos vamos a quedar con los brazos cruzados", desafío AMLO.

La cuestión migratoria vuelve a ser un tema de controversia entre el Gobierno mexicano y la administración del texano, Greg Abbott. Básicamente, la controvertida legislación permite a la policía de Texas pueda arrestar a cualquier migrante por ingresar de forma irregular a los Estados Unidos, y ponerlo a disposición de un juez que tranquilamente podría ordenar su deportación, en este caso a México.

Durante su conferencia de prensa mañanera, el mandatario mexicano se mostró reacio aceptar ese escenario y cargó contra la normativa impulsada por Abbott, quien ya cosecha apoyo de varios gobernadores republicanos en su "cruzada" antimigratoria. "Desde luego, estamos en contra de esta ley draconiana, completamente opuesta, contraria, a los derechos humanos, una ley deshumanizada por completo, anticristiana, injusta, violatoria de preceptos, de normas, de la convivencia humana, no solo del derecho internacional, sino hasta violatoria de la Biblia", comentó haciendo hincapié en que sus promotores "van a los templos", pero se olvidan luego "del amor al prójimo", manifestó AMLO.

En este marco, la normativa firmada por Abbott en diciembre pasado dispone la pena de 180 días de cárcel a 20 años de prisión para el delito de entrada o reingreso ilegal a Texas, Así, la ley "antimigrantes" se suma a la serie de esfuerzos realizados por las autoridades de Texas para limitar el ingreso irregular en su territorio, entre los que se incluyen el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en la Frontera, la instalación de cercas de alambre de púas en la frontera y la instalación de una boyas en el río Bravo para evitar la llegada de migrantes.

La Secretaría General de Exteriores azteca criticó duramente la ley SB4 a través de un comunicado en donde criticó al usurpación de competencias con el Gobierno de Joe Biden por parte de Texas. "México rechaza tajantemente cualquier medida que permita a las autoridades estatales o locales ejercer labores de control migratorio, detener y retornar a personas nacionales o extranjeras a territorio mexicano", indicaron.