Primarias en EE.UU: Biden y Trump se aseguraron la candidatura oficial y se preparan para la revancha en noviembre

Con los resultados de las primarias del último martes en los estados de Georgia, Mississippi, Washington y Hawaii, Donald Trump y Joe Biden llegaron a la cifra necesaria de delegados para ser nominados como candidatos oficiales por el Partido Republicano y el Partido Demócrata, respectivamente. Anticipan una elección muy cerrada de cara a noviembre.

La única derrota de Biden en la arena electoral hasta el momento había sido en los caucus de Samoa americana, ante un ignoto Jason Palmer que logró superarlo en las votaciones. No obstante, y sin ninguna competencia de peso en el camino que pueda hacerle sombra, el Presidente de los Estados Unidos y aspirante a la reelección, Joe Biden, consiguió con los resultados de este martes los 1968 delegados necesarios para proclamarse como candidato oficial del Partido Demócrata.

Por su parte, el rival de Biden en las generales, Donald J. Trump, sufrió un par de reveses en manos de la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, que sin embargo, no lograron perjudicar de manera considerable el camino del magnate a la nominación oficial del Partido Republicano. A diferencia de su rival demócrata, Trump ha dejado en el camino a adversarios de peso como el gobernador del estado de Florida, Ron de Santis, y a la propia Haley que tras los resultados del "Supermartes" decidió declinar su candidatura presidencial.

De esta manera, con los resultados del último martes, el exmandatario se hizo con la cifra mágica de 1215 delegados para ser nombrado como el candidato oficial del Partido Republicano.

Si bien, aún falta para que el proceso electoral culmine lo cierto es que con las cifras objetivo ya superadas, la presentación oficial de ambos dirigentes como candidatos por sus respectivos partidos se hará en las respectivas convenciones partidarias, que tendrán lugar el 15 de julio en Milwaukee para los republicanos y el 19 de agosto en Chicago para los demócratas.

De esta manera, ambos candidatos se perfilan para las elecciones generales que tendrán lugar en noviembre y que de acuerdo a distintos sondeos, serán una de las más cerradas en mucho tiempo, dado el núcleo duro con el que cuenta cada candidato, pero también, dada la antipatía que genera en la sociedad estadounidense que dos dirigentes de más de 80 años se disputen la presidencia del país.

Políticamente, el desafío será doble para Trump, quién primero deberá "seducir" a los votantes republicanos más moderados que se inclinaron por Haley y que no ven con buenos ojos un regreso del magnate a la Casa Blanca. Aunque no se trata de un caudal numeroso de electores, frente a los escenarios que se proyectan cualquier voto puede ser decisivo en la disputa, en donde el exmandatario intentará redimirse y vencer en una revancha ante un Joe Biden que ha sufrido fuertes cuestionamientos por el apoyo a Israel en el conflicto en Gaza, por el manejo de la crisis migratoria y que además ha visto cuestionada su aptitud (a raíz de sus múltiples caídas) para estar al frente de la presidencia de los Estados Unidos.

Sólo una cosa queda clara: por primera vez, desde el enfrentamiento entre el republicano Dwight Eisenhower y el demócrata Adlai Stevenson, hace casi 70 años, volverá a repetirse un duelo entre los mismos candidatos presidenciales.