"No me arrepiento": un desafiante Daniel Noboa defiende el asalto a la embajada mexicana en Quito

El presidente del Ecuador, Daniel Noboa, defendió durante una entrevista con la cadena australiana de noticias SBS el asalto a la embajada mexicana en Quito donde se detuvo al exvicepresidente de Rafael Correa, Jorge Glas. "No me arrepiento, estamos del lado correcto de la historia", afirmó el mandatario.

A más de 10 días del polémico asalto liderado por fuerzas policiales y militares ecuatorianas a la sede diplomática de México en Ecuador, Noboa justificó el accionar de las fuerzas de seguridad y subrayó: "En este caso, Jorge Glas tuvo una sentencia, él estuvo...él tuvo un juicio justo, él tenía una sentencia y tenía que estar en la cárcel, y eso era lo que nuestro Departamento de Justicia pensó y también lo que pensó nuestro Poder Judicial. No me arrepiento".

Además, el presidente ecuatoriano criticó que algunos países utilizan a las sedes diplomáticas como una "fachada" para "salvar" a criminales de sus sentencias. "Nosotros condenamos el hecho de que algunos Gobiernos usen sus embajadas bajo la fachada de un refugio político que en realidad es impunidad, es salvar a los criminales de sus sentencias", indicó.

Por su parte, Noboa resaltó el "inminente" riesgo de fuga que presentaba el caso de Glas, que se encontraba en la embajada mexicana desde diciembre del año pasado en calidad de "Huésped", antes de que el país azteca le concediera efectivamente el refugio político.

Cabe recordar que el accionar de las fuerzas ecuatorianas que rompieron con la inviolabilidad de una sede diplomática, generó el rechazo de forma unánime de la comunidad internacional, que le valió a Quito la ruptura de relaciones, no sólo con México sino gobiernos de la región que en solidaridad retiraron a sus embajadores de la capital del país. "Así que en realidad es una violación, primero, por parte del gobierno mexicano, y luego siguió otra violación, pero teníamos que actuar. Teníamos que tomar la decisión", manifestó.

Además, el asalto a la embajada fue rechazado por la Organización de los Estados Americanos, quien cuestionó "enérgicamente" la irrupción policial y reiteró que "las sedes diplomáticas son inviolables".