Maestras de una escuela de Bolivia encintaron a un niño por orinarse encima

El hecho, tuvo lugar en un establecimiento educativo de Santa Cruz, donde un niño fue fotografiado atado con cinta en una silla. Quería ir al baño, no lo dejaron y tras de ello lo encintaron en una silla como castigo.

“La profesora no me dejó ir al baño y me oriné en mi pantalón… me amarró con diurex la boca y las manos”, relató el menor agredido por las educadoras en el colegio San Carlos en La Guardia de Santa Cruz, Bolivia.  Según lo denunciado por el infante, se abrió una investigación en la institución, tras la denuncia de los alumnos señalaron a las docentes, que serán investigadas por tres delitos.

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Dos profesoras de una unidad educativa en La Guardia (Santa Cruz) enfrentan una grave denuncia de parte de alumnos, que las señalan como las implicadas en una serie de abusos de autoridad. Muchos de ellos, señalaron que  han utilizado cinta adhesiva para manosearlos y así  evitar que hablen. Las denuncias fueron presentadas ante la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, que inició una investigación sobre las educadoras y el establecimiento.

Las agresiones fueron ejercidas a varios estudiantes y por motivos menores y muy variados, siendo esta un “correctivo”, que ejercían hacia ellos. Muchos de los cuales podrían haberles provocado la muerte, considerando que incluso llegaron a rodearles con cinta hasta las orejas.

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Asimismo, señalan que las implicadas son dos maestras denunciadas y que están siendo procesadas por lesiones graves y leves, violencia psicológica y privación de libertad, de acuerdo al acuerdo de investigación. Entre tanto, en la declaración ejercida señalan que el castigo que el menor cumplía era por no haber podido ir al baño, en otras ocasiones una de las maestras no aceptó el permiso a sus estudiantes, que terminaron haciendo sus necesidades en su ropa.

“Es mi escuela hay cosas malas, es decir las cosas malas son de la profe, ya que me hizo orinar en el cuerpo dentro de mi curso (….). No me dejó ir al baño y me oriné en mi pantalón (…), ese día yo no le hice renegar, más bien otros compañeros le hicieron renegar”, contó otro menor a un medio local.

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En otra declaración se señala que un estudiante pidió prestado un borrador a un compañero, situación que molestó a una de las maestras. “Me amarró con diurex a la silla con mis manos hacia atrás, sentado y mi boca cerrada también con diurex, casi una hora”, señaló un menor.