16/11/2022
Ante su primera intervención, el mandatario electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se hizo presente en la conferencia de Sharm el Sheij, en la COP 27 en Egipto. Allí aseguró que librará una fuerte lucha contra la deforestación, y que hablará con los pueblos indígenas. Vamos a acabar con el proceso de degradación que están viviendo nuestros bosques tropicales, afirmó.
Asimismo, en el marco que tomar su lugar como presidente del país sudamericano, Lula declaró que le propondrá al secretario general de la ONU, António Guterres, que la COP30 "se haga en Brasil, en la Amazonia", puntualmente en el estado de Amazonas o el de Pará, ubicado en el norte del país. Por otro lado, estableció que llevará adelante una "lucha muy fuerte" contra la deforestación de la Amazonia, la cual tuvo una amplia presencia durante el mandato del presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro.
En ese marcó, recordó que su contrincante en las elecciones y actual mandatario, en sus primeros años de gobierno la deforestación en la Amazonia aumentó un 73%, y aseguró que eso quedará en el pasado: "los delitos ambientales, que crecieron de forma alarmante, ahora será combatidos sin tregua". Por lo que estableció, castigar "con rigor" las actividades ilegales en la selva, y reiteró la antigua promesa asumida por Brasil años atrás de acabar con la deforestación ilegal en el año 2030.
Además, estableció que desea organizar una cumbre entre Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Surinam y Venezuela; con el propósito de que los países amazónicos puedan "por primera vez debatir de forma soberana", respecto al desarrollo de la región, con integración social "y mucha responsabilidad climática.
También, manifestó el refuerzo con el Congo e Indonesia, ya que los tres países juntos reúnen el 53 % de las selvas tropicales del planeta, para trabajar juntos en la búsqueda de mecanismos de financiación sostenible para proteger la naturaleza. "Brasil no puede estar aislado como lo estuvo en los últimos cuatro años", con un Gobierno que no hizo "ningún esfuerzo para conversar con el mundo", afirmó, en alusión a Bolsonaro.
Como así también, anunció la conformación de un Ministerio de Pueblos Originarios, para que los indígenas no sean "tratados como bandidos" y prometió hablar mucho con sus representantes para coordinar las políticas en la Amazonia. Por otro lado, el presidente electo, mantuvo reuniones con el corresponsal para el clima de Estados Unidos, John Kerry, y con el negociador chino, Xhi Zhenhua, entre otros dirigentes. El discurso de Lula tuvo lugar en el pabellón instalado por el consorcio Amazonia Legal, donde se agrupa a los nueve estados de la amazonia brasileña, a pocos metros del pabellón oficial del Gobierno de Bolsonaro.
Cabe señalar que Lula, participa de la COP 27 como invitado especial de la presidencia egipcia, donde habló frente a un pabellón atestado de personas, muchas de las cuales lo recibieron cantando "olé, olé, olé, Lula, Lula". No obstante, su llegada a Egipto generó expectativas entre los casi 200 países que participaron de la conferencia. Además, en esta semana empezaron a negociar el informe final, que está provocando intensas discusiones en relación a la posible creación de un fondo de financiamiento para las pérdidas y daños causados por el cambio climático.
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