27/02/2023
El número de decesos no deja de aumentar, tras el fuerte diluvio que azotó la región sureste de Brasil. Donde, durante el fin de semana, tras intensas labores de rescate, hallaron otros seis cuerpos. Por lo que, el número de fallecidos aumentó a 65 en Sao Paulo, con lo cual ya no se buscan desaparecidos.
Ante esto, el Gobierno regional de Sao Paulo explicó en un comunicado que las últimas seis víctimas fueron encontradas en Sao Sebastiao, la ciudad más afectada por los temporales que el pasado fin de semana, golpearon fuertemente con la región turística región, situada entre el mar y una cadena de montañas.
Siendo una labor intensa por parte de los rescatistas, en la humilde región de Sao Sebastiao, hallaron el cadáver del último desaparecido, que fue víctima de un deslizamiento provocado por las lluvias en una zona serrana que, durante las últimas décadas, ha sido ocupada en forma irregular pese al riesgo que entrañaba la construcción.
Asimismo, el Gobierno regional precisó que, de los 65 muertos,han sido identificados 55. De los cuales serían 20 hombres, 17 mujeres y 18 niños. Todas las muertes fueron registradas en Sao Sebastiao, salvo una, que ocurrió en la vecina ciudad de Ubatuba.
Ante esto, las autoridades señalaron que, una semana después del desastre y con las búsquedas casi concluidas, la prioridad ahora es el socorro a las familias de las víctimas y la atención de 2.440 personas que han perdido sus hogares o han debido abandonarlos pues están en zonas inestables que aún presentan altos niveles de riesgo.
Con lo cual, los damnificados permanecen alojadas temporalmente en albergues, iglesias, escuelas y gimnasios de Sao Sebastiao, Ubatuba y otras cuatro ciudades, donde son atendidas por personal de las Fuerzas Armadas y de los gobiernos municipales. Tras lo ocurrido, se prevé que iniciaron las labores de construcción de viviendas en lugares seguros, que serán destinadas a quienes perdieron sus hogares.
Cabe señalar que, las lluvias iniciaron, el pasado sábado 18 de febrero, y durante 48 horas incesantes, azotaron la región litoral de Sao Paulo, en momento en que se desarrollaban los carnavales y se concentraban un gran número de turistas.
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