La madre de las niñas salvadoreñas abandonadas por coyotes en el Río Bravo, se entregó a las autoridades

Hace días las autoridades mexicanas encontraron dos menores solas en una isla. Las tres jóvenes de 18 meses, 9 y 6 años, fueron puestas a resguardo de las autoridades.

Hace unos días, las autoridades de México, encontraron tres niñas abandonas en una pequeña isla, ubicada en medio del Río Bravo. Las menores de 18 meses, 9 y 6 años, fueron enviadas al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, DIF, mientras que su mamá, Julia Angulo, de El Salvador aparecía.

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La madre, tras enterarse de la situación suplicaba que les entregaran a sus hijas. Según detalló la hispana, su intención era entregarse ante las autoridades estadounidenses para conseguir asilo, aunque por el Título 42, repensó la situación y puso la vida de sus hijas en manos de coyotes.

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Según denunció la propia mujer, ella fue “engañada” por estos mismos en el sector de Piedras Negras a quienes les pagó $9,000. Asimismo, los traficantes le indicaron que tenían que cruzar por separado y que una vez que ella cruzara a los Estados Unidos se reuniría con sus hijas, pero todo se trató de un engaño. Las mejores fueron abandonadas a su suerte en una isla en medio de la nada.

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Luego de una lucha desesperada, las autoridades mexicanas le devolvieron a Angulo a sus tres niñas, pero ellas tendrán que ir a migración para ser deportadas a su país natal, donde según la madre, fue amenazada de muerte y teme por su vida. Ante esto, Angulo, busca ayuda legal antes de que se ejecute una orden de deportación en su contra y ha pedido al presidente Joe Biden ayuda para “que mis hijas puedan estar con su familia en Estados Unidos”.

Entre tanto, suplica que las autoridades no la deporten a su país natal dadas las circunstancias anteriormente denunciadas. "Dios les toque el corazón", dijo la mujer. no obstante, varios funcionarios establecieron que, ante esta situación, no pueden enviar "un mensaje equivocado a ciudadanos de otros países".

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Aun considerando que este tipo de prácticas se ha vuelto muy común en los últimos años, dado que ante la desesperación, las personas ponen en peligro sus vidas y las de sus seres queridos, a cambio de dinero y muchas de esas situaciones terminan de esta manera o en peores circunstancias.