Inseguridad en Ecuador: el Gobierno asegura que una banda criminal ofreció "acuerdo de paz"

En una entrevista difundida por la Secretaría de Comunicación, el Presidente del Ecuador, Daniel Noboa, afirmó que una de las principales bandas delictivas que opera en el país le ofreció firmar un acuerdo de paz, en el marco de la crisis de inseguridad que atraviesa el país hace varios años.

La revelación realizada por Noboa, quién transita sus primeras semanas al frente del Ejecutivo ecuatoriano, pone de manifiesto el complejo escenario al que se enfrentan las autoridades en materia de garantizar la Seguridad Pública. En ese sentido, aunque Noboa no confirmó de que grupo delictivo vendría el ofrecimiento, si dio a entender que no aceptará ese camino. "Esa carta significa que algo estamos haciendo bien o que (los criminales) ya no tienen la protección capaz dentro de las fuerzas del orden", aseguró.

Además, el mandatario ecuatoriano también recalcó sus intenciones de trabajar en la reforma de los complejos penitenciarios del país, lugares que fueron el epicentro desde donde se desató la crisis de inseguridad en el 2021. Si bien, el jefe de Estado manifestó que tiene "un plan" sobre este punto, evitó dar mayores detalles al respecto.

Cabe mencionar que durante su campaña, una de las propuestas del líder de ADN había sido la implementación de "cárceles barcaza", mientras se llevan a cabo las construcciones de los recintos carcelarios para albergar a los delincuentes. "En el gobierno pasado, el indicador de éxito era cuántas toneladas había incautado. Indicador de éxito tiene que ser que no estén cerrando ya los negocios, que no haya muertes violentas, que no haya extorsiones, que haya más orden en las cárceles", argumentó Noboa.

El mandatario ecuatoriano apuntó contra la conocida Penitenciaría del Litoral y señaló que va a dejar de parecerse a "un centro comercial", y que pasará a parecerse más a un "centro de rehabilitación".

Ecuador atraviesa una de las peores crisis de inseguridad de su historia, que ha generado la disparada de la tasa de crímenes por encima de los 25 homicidios cada cien mil habitantes, y según el cálculo de los especialistas, temen que ese número ascienda a 40 al finalizar el año, lo que convertiría al país sudamericano en el más violento de la región.