Hamas rechaza el restablecimiento de relaciones entre Bolivia e Israel y acusa un giro contra Palestina

El grupo islamista Hamas criticó con dureza la decisión del gobierno de Bolivia de restablecer relaciones diplomáticas con Israel, medida formalizada en Washington por los cancilleres Fernando Aramayo y Gideon Sa'ar. El movimiento consideró que el acercamiento representa un "retroceso" respecto de la política exterior boliviana de los últimos años, cuando se priorizaba un alineamiento más pleno con la causa palestina.

En un comunicado difundido tras la ceremonia, Hamas afirmó que el restablecimiento del vínculo bilateral "contribuye a encubrir al régimen de ocupación israelí y sus crímenes de guerra", en referencia a los ataques en Gaza. También reclamó que Bolivia mantenga lo que definió como sus "posiciones históricas" de solidaridad, impulsadas durante décadas por gobiernos vinculados al Movimiento al Socialismo (MAS).

El restablecimiento fue anunciado luego de que Aramayo y Sa'ar firmaran un acuerdo que formaliza el reencuentro diplomático tras años de distanciamiento. Durante el acto, el canciller israelí sostuvo que se cierra un "capítulo innecesario de separación", mientras que Bolivia destacó la necesidad de fortalecer vínculos con países considerados "afines en valores democráticos".

La ruptura anterior había sido decidida en 2023 bajo la administración de Luis Arce, en rechazo a la ofensiva israelí en Gaza. Ese posicionamiento se modificó tras la llegada a la presidencia de Rodrigo Paz, quien asumió en noviembre con la promesa de redefinir la política exterior boliviana y dar mayor prioridad a las relaciones con Estados Unidos y otros aliados occidentales.

Paz considera que Bolivia debe adoptar una estrategia diplomática "predecible" y basada en la "afinidad democrática" con sus socios. Aramayo, por su parte, subrayó la intención de acercar al país a una agenda internacional más amplia y expresó cercanía con la sociedad israelí, a la que describió como enfrentada a desafíos similares.

La decisión también reabre el debate sobre la posición boliviana en los foros internacionales. En 2024, Bolivia se había sumado al procedimiento iniciado ante la Corte Internacional de Justicia contra Israel por presunta violación de la Convención sobre el Genocidio. Aunque el nuevo gobierno no revocó ese respaldo, sí dejó en claro que priorizará una redefinición integral de su agenda externa.