06/11/2022
Desde antes de las 7 de la mañana de este domingo, decenas de ciudadanos y ciudadanas hacían filas para ejercer su derecho al voto, a la espera de la apertura de su respectivo comicios o Junta Receptora de Votos. Entre tanto, en las regiones, se palpa un ambiente preestablecido, quitando toda la emoción de ejercer la democracia.
Por otro lado, el Consejo Supremo electoral (CSE) de Nicaragua convocó para este domingo a 3.7 millones de nicaragüenses, para que ejercerán su voto en lo que son unas elecciones municipales que organismos de observación han definido como sin competencia y a la cual la oposición ha calificado de farsa electoral.
Asimismo, el partido que rige actualmente, Frente Sandinista (FSLN), compite contra otros cinco partidos por la elección de 6,088 cargos públicos, entre concejales y alcaldes de 153 municipios del país. No obstante, los expertos resolvieron no considerar a este proceso como una elección, dado que representa a nivel local una asignación de cargos públicos, con lo cual este proceso no tiene ninguna garantía de ejercicio democrático y que solo tiene el objetivo de cumplir un requisito.
No obstante, estas elecciones se están desarrollando tras un año de haber sido reelegido por tercera vez Daniel Ortega, cuyo proceso electoral fue catalogado como una "farsa" por la oposición. Además, de ser desconocido por al menos 40 países de América y Europa, dadas las irregularidades que se percibieron durante el ejercicio electoral.
Dado que, durante las elecciones de 2021, el denominado régimen de Ortega, resolvió encarcelar a siete de los posibles candidatos presidenciales (todos ellos opositores). Canceló a otros tres que mostraron alguna independencia o autonomía a su control y para los tribunales electorales seleccionó a personas que cumplieran con sus ordenanzas.
En dichas elecciones, Ortega consiguió el 75% de los votos, aunque el CSE estableció que la participación fue del 65% de los electores. Entre tanto, Urnas Abiertas, estableció que en una red de 1,450 observadores clandestinos, hubo un abstención del 81.5 por ciento de la población votante, demostrando una desolación en los centros de votación.
Sin embargo, durante este proceso se evidenció un notorio silencio, el ambiente en los municipios, lo que no apunta a la aproximación de una fiesta cívica por la democracia, tal como ocurre en las elecciones, las calles carecen de publicidad política, tan solo un puñado de afiches y algunas convocatorias políticas, sin mayores repercusiones evidencian la carencia electoral de estas elecciones.
Por otro lado, desde Urnas Abiertas detallaron la aparición de cuatro partidos políticos considerados colaboracionistas o zancudos, los cuales fueron denunciados por ciudadanos a quienes incluyeron en sus listas de funcionarios o candidatos sin haber sido consultados. Hasta septiembre pasado, el organismo había recibido 1,158 denuncias ciudadanas por usurpación de identidad, apropiación ilegítima de nombre y de violación a la Ley de protección de datos personales.
Entre tanto, desde Urnas Abiertas al igual que otras organizaciones opositoras en el exilio, han afirmado que esos son partidos colaboracionistas del régimen de Daniel Ortega y no de verdaderos opositores. Si lo fuesen estuvieran despojados de su personalidad jurídica o tendrían encarcelados a sus dirigentes y candidatos, ha asegurado Urnas Abiertas.
Por su parte, la Unidad Azul y Blanco (UNAB) afirmó en un comunicado que: la credibilidad de las llamadas elecciones municipales es nula ya que todas las libertades ciudadanas están conculcadas y el régimen mantiene el control absoluto del aparato electoral. Por lo que, esto se lo considera una una farsa electoral e incluso se ha iniciado una campaña para pedir a los ciudadanos que se queden en casa este domingo tal como sucedió hace un año en las elecciones presidenciales. Con presos políticos no puede haber elecciones libres, es el lema que promueven en redes sociales, siendo un recordatorio de que en las cárceles del régimen de Ortega hay más de 219 personas presas por pensar diferente.
Este 6 de noviembre nos reunimos a seguir construyendo el porvenir de todos, la Nicaragua que queremos, la Nicaragua que soñamos, nuestra Nicaragua de familia, de comunidad, bendita y siempre libre. Y es unidos que seguimos venciendo, y es unidos que estamos conscientes que todas las victorias, todos los triunfos son del pueblo. Unida Nicaragua triunfa. Y vamos adelante, compañeros, compañeras, caminando siempre como pueblo de Dios, expresó Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega.
En un contexto donde no existe la competencia electoral, esta campaña solamente sirve para justificar el reembolso millonario de más de 450 millones de córdobas que reclamarán los partidos al finalizar su participación en un proceso sin condiciones ni garantías democráticas, señalan desde Urnas Abiertas.
Cabe mencionar que, las elecciones de este 6 de noviembre, establecen un desembolso que ronda los 31.1 millones de dólares, según establecieron desde la organización independiente Urnas Abiertas. Con lo cual, un 40% será destinado para el reembolso a los partidos políticos participantes, como el gobernante FSLN, Alianza por la República (APRE), Partido Liberal Independiente (PLI) y Partido Liberal Constitucionalista (PLC).
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