El Salvador: Bukele celebró la demolición del monumento a la reconciliación nacional

El Presidente de El Salvador Nayib Bukele ordenó demoler el denominado "monumento a la reconciliación nacional", inaugurado por el opositor Frente Farabundo Martí para La Liberación Nacional (FMLN) en el 2017, y que el actual mandatario calificó de "estéticamente horrible". En su lugar, se construirá un circuito peatonal de 2,5 kilómetros.

A través de un comunicado en su cuenta en la red social X, (antes Twitter), Bukele celebró la demolición. "El supuesto 'monumento a la reconciliación', inaugurado por el gobierno del FMLN en 2017; que no solo era estéticamente horrible, sino que glorificaba el pacto entre los asesinos de nuestro pueblo, para repartirse el pastel; ha sido demolido. En su lugar, se construirá un nuevo espacio público, para el disfrute de la familias salvadoreñas".

El supuesto "monumento a la reconciliación", inaugurado por el gobierno del FMLN en 2017; que no solo era estéticamente horrible, sino que glorificaba el pacto entre los asesinos de nuestro pueblo, para repartirse el pastel; ha sido demolido.

En su lugar, se construirá un nuevo... pic.twitter.com/J50nDBfMyf

- Nayib Bukele (@nayibbukele) January 3, 2024

Además del impacto simbólico de demoler el monumento a la reconciliación de los salvadoreños, la determinación tomada por Bukele representa también un fuerte mensaje político, para el opositor FMLN, con el que competirá por las elecciones presidenciales de El Salvador.

Por su parte, el ministro de Obras Públicas de El Salvador, Romeo Herrera Rodríguez, manifestó que en su lugar se llevará a cabo la construcción de un circuito peatonal de 2,5 kilómetros, que contará con iluminación subterránea y tendrá en los espacios cercanos una zona comercial, y hasta un pequeño anfiteatro con cine incluido.

Las tres estatuas de bronce que representaban a un ex militar y a una guerrillera desarmados, con las manos tomadas, pretendía simbolizar la decisión del pueblo salvadoreño de dejar atrás la guerra civil que tuvo lugar entre 1979 y 1992 y que dejó un saldo de 75 mil muertos y cerca de 7 mil desaparecidos.