El león en su laberinto: los pasos a seguir de Javier Milei tras el rechazo del DNU

Luego de convertirse en el primer mandatario en la historia argentina al que el Senado le rechaza un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), el presidente Javier Milei se mostró furioso contra los legisladores que votaron en contra del mega decreto anunciado sobre finales del año pasado y sostuvo: "Es un intento de socavar al Gobierno".

En poco más de 3 meses gestión, Milei obtuvo su segunda derrota legislativa de peso, en manos de un Congreso Nacional que le negó la sanción de la mega normativa que se proponía desregular la economía argentina. Sin embargo, el decreto permanece vigente por el momento hasta que la Cámara de Diputados lo ratifique o confirme su rechazo.

Al margen de los "tironeos" con su vicepresidenta, Victoria Villaruel, y de la inestabilidad ya característica de la relación entre el mandatario y los gobernadores provinciales la dura derrota asestada ayer en el Senado nacional, pone en serias dificultades la convocatoria al denominado "Pacto de Mayo".

En esa sintonía, es que en el comunicado emitido horas después por la Oficina del Presidente, Milei aseguró: "Resulta imposible interpretar esta decisión de otra manera que como un intento de socavar el Pacto de Mayo, el Gobierno Nacional y el cambio elegido por los argentinos. En su discurso acerca del estado de la Nación, el Presidente planteó dos alternativas: el acuerdo o la confrontación. Ha llegado el momento de que la clase política decida de qué lado de la historia quiere quedar".

Si algo queda claro es que tras la derrota en la Cámara de Diputados para discutir la "Ley Ómnibus", nada ha modificado el Gobierno de Javier Milei su esencia y continúa con el "garrote" en la mano para todo aquel que no acompañe sus iniciativas, postura poco eficaz en la política que es precisamente el arte de la persuasión, del diálogo, antes que la imposición.

De cara al Pacto de Mayo, algunos gobernadores ya han puesto reparos a participar de la convocatoria, y los más combativos, como el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, han desistido de participar del mismo, por lo que, de continuar en su posición intransigente, el Gobierno deberá plantearse la viabilidad de la convocatoria y de una imagen posterior que podría resultar más perjudicial que favorable para el Gobierno.