El Gobierno de Guatemala advirtió que ya no tolerará bloqueos y acusó países y ONG de "financiar" las protestas

El paro convocado por los líderes de comunidades indígenas y campesinas de todo el país, cumple una semana y la situación parece estar lejos de tener un fin próximo, e inclusive, ha ganado la adhesión de gremios, comerciantes y estudiantes, entre otros sectores.

Por su parte, Giammatei calificó de "ilegales" los bloqueos de carreteras y advirtió que no tolerará la continuidad de esa modalidad de protesta. "Ya no se tolerarán todos los actos fuera de lo establecido en la ley. Los bloqueos son ilegales", aseguró el mandatario centroamericano.

De acuerdo a lo reportado por Giammatei, las pérdidas provocados por los bloqueos son "millonarias" y sus efectos alcanzan a países de la región, como El Salvador, en donde el alza del precio de los alimentos ya supera el 100 por ciento.

En un mensaje que se divulgó por los canales oficiales del Estado, Giammatei acusó que las manifestaciones están financiadas por países y por Organizaciones No Gubernamentales, aunque no brindó mayores detalles acerca de que naciones estarían implicadas detrás de las protestas. "Estas personas no son manifestantes pacíficos y, contradictoriamente, son los que se manifiestan en favor de la paz y la democracia. Son grupos de choque previamente organizados y entrenados y estaremos solicitando la orden de captura correspondiente para que la justicia se aplique mediante un debido proceso, porque ya tenemos identificados a muchos de ellos", fue el mensaje del mandatario.

La crisis desatada a raíz de las protestas que, además de pedir el cese de los hostigamientos contra Bernardo Arévalo, también exigen la renuncia de la titular de la Fiscalía General guatemalteca, Consuelo Porras, provocó que la cadena de comida rápida McDonald's anunciara el cierre temporal de sus restaurantes en el país.

Mientras que la fiscal general guatemalteca ordenó al Gobierno de Giammatei el desalojo de las vías que permanecen bloqueadas, el Presidente electo Bernardo Arévalo, había acusado a Porras el último primero de septiembre de llevar adelante un golpe de Estado en su contra, para impedir su asunción.