Disturbios en Honduras frenan el escrutinio especial y agravan la incertidumbre sobre el resultado presidencial

El inicio del escrutinio especial de las elecciones presidenciales en Honduras continúa bloqueado por disturbios y protestas en el Centro Logístico Electoral (CLE) de Tegucigalpa, una situación que obligó a la intervención de efectivos militares y mantiene en suspenso la definición del próximo presidente del país.

La revisión, considerada clave para despejar dudas en un resultado ajustado, debía analizar 2.792 actas con inconsistencias, equivalentes al 14,5% del total, que concentran cientos de miles de votos y podrían modificar la tendencia preliminar.

La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, advirtió que no están dadas las condiciones de seguridad para comenzar el procedimiento y solicitó apoyo al Estado Mayor Conjunto para resguardar las instalaciones. "Continúan acciones que impiden las condiciones necesarias para iniciar los escrutinios especiales", afirmó.

Según autoridades electorales y testigos, las protestas se concentraron en el CLE ubicado en el Centro de Formación Profesional (Infop). Grupos identificados con el partido oficialista Libertad y Refundación (Libre) y con el Partido Liberal bloquearon accesos, corearon consignas y protagonizaron enfrentamientos. Videos difundidos en redes sociales muestran agresiones contra una carpa del Partido Nacional, además de mobiliario volcado durante los incidentes.

La consejera del CNE Cossette López denunció que militantes de Libre y del Partido Liberal se negaron a integrar las Juntas Especiales de Verificación y Recuento, un paso indispensable para activar el escrutinio. Desde la oposición, el jefe de la bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, interpretó esa negativa como un intento deliberado de paralizar el proceso y habló de un "acuerdo de boicot".

El escrutinio especial estaba previsto para el fin de semana pasado, tras casi dos semanas de retrasos y fallas del sistema informático del CNE que alimentaron la incertidumbre dentro y fuera del país. Con el casi 100% del conteo preliminar, el candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura, lidera con 40,54% frente a Salvador Nasralla (Partido Liberal), que suma 39,19%, una diferencia de algo más de 43.000 votos. En tercer lugar se ubica Rixi Moncada (Libre) con 19,29%.

Nasralla denunció irregularidades, mientras dirigentes de Libre anticiparon que no aceptarán los resultados. La presidenta saliente, Xiomara Castro, habló de un "golpe electoral" y acusó interferencia externa en el proceso.

Desde el CNE, Hall alertó sobre los riesgos institucionales de la parálisis: "Es considerable el riesgo de perder nuestra libertad y que se pierda el proceso electoral por el que la ciudadanía ha luchado con deseo de paz", sostuvo, y advirtió que "el mundo observa y la historia juzga".

Los observadores internacionales siguen de cerca la situación. La Unión Europea y la OEA no señalaron fraude sistemático. El jefe de la misión de la OEA, Eladio Loizaga, criticó los retrasos y las fallas técnicas, pero afirmó que no existen indicios de manipulación de los resultados. Estados Unidos indicó que monitorea el proceso y advirtió que responderá "con rapidez y firmeza" ante cualquier alteración del orden democrático.

El CNE tiene plazo hasta el 30 de diciembre para declarar al ganador, que deberá asumir en enero para el período 2026-2030. Mientras tanto, la incertidumbre política persiste en uno de los países más frágiles de Centroamérica.