11/04/2023
Parte del desierto chileno, se ha convertido en los últimos años, en el cementerio de la moda; puesto que allí terminan grandes cantidades de prendas y calzados que nadie usa. Este árido espacio a cielo abierto, se ha convertido en un basurero para la moda rápida global, y sus montañas de ropa desechada están creciendo aún más.?
La situación, se evidencia desde hace mucho tiempo, dado que es posible encontrarse con montañas de suéteres, botas y otra ropa desechada en el desierto de Atacama en Chile, que sufre cada vez más la contaminación creada por la industria de la moda. Parte de esto, estaría ligado al negocio de la ropa usada en Iquique, que es dominado por la comunidad boliviana. Donde los grupos seleccionan las prendas y las que no son aptas para ofertas son enviadas a un vertedero ilegal ubicado en el desierto de Atacama.
Dicho desierto se ubica cerca de las comunidades de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y el norte de la región de Coquimbo. El cual, con el paso del tiempo se ha convertido en un vertedero que culminó en un desastre ecológico. Toneladas de ropa usada que están en las arenas calientes y que están causando un fuerte impacto ambiental. Que en muchas ocasiones son visitadas por residentes locales, que prueban suerte en encontrar vestimentas, tanto para ellos como para poder revender.
Considerando que a Iquique recibe un aproximado de 51.000 toneladas de ropa usada al año, de dicha cifra, un 20% termina en el desierto de Atacama como basura. En ese lugar se pueden encontrar prendas de todo tipo y para toda edad. Hay rotas, algunas con desperfectos y otras que no sirven para vestirse. Hay también zapatos en buen estado y otros totalmente rotos. Como así también, bolsos, mochilas y hasta billeteras. Todo está en montones y a la espera de que alguien seleccione lo que sirve o simplemente puede ser quemado.
Considerando que, cada año llegan más de 59.000 toneladas de ropa al desierto de Atacama (Chile) procedentes de la industria del fast-fashion. En Tarapacá, donde se ubica este montón de ropa, es al que acceden decenas de residentes desde Iquique y donde los lugareños no aconsejan ingresar, dado que al ser una zona muy pobre, suelen cometerse ciertos robos y hurtos.
Es un vertedero y la gente que ronda ahí tienen muchísimas necesidades y muchas personas que han ido a grabar a esa región han temido por ser reducidos fácilmente y sus equipos pueden ser vendidos por poco dinero, expresó María Argel a este medio y agregó: "La gente siempre consiguen prendas allí, muchos la usan para vestirse, mientras que otras son prendidas fuego, porque ocupan espacio"
El desierto Atacama se ha convertido un mega armario de prendas que van desde la usada o mala calidad, hasta las prendas de lujo, inalcanzables para mucha gente. Donde es posible ver ropa que se compra, viste y tira en Estados Unidos, Europa y Asia. Son coloridas colinas que se alzan en el desolado paisaje.
Lo que evidencia el consumo desmedido y fugaz de ropa, con cadenas capaces de sacar más de 50 temporadas de nuevos productos por año, desechando gran cantidad de diseños que terminan en Sudamérica y al que se demoran unos 200 años en desintegrarse.
A Iquique, también llega ropa fabricada en China o Bangladesh y que fue comprada en Berlín o Los Ángeles antes de ser desechada. Al menos 25.000 toneladas terminan como basura escondida en el desierto en la zona de Alto Hospicio, en el norte de Chile, uno de los destinos finales de ropa de segunda mano o de temporadas pasadas de cadenas de moda rápida.
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