De brillar en el Real Madrid a arreglar televisores en prisión: la nueva vida de Robinho tras las rejas

Luego de ser condenado a nueve años de prisión por el delito de violación en grupo en Italia, se supo que Robson de Souza, más conocido como Robinho, exdelantero del Real Madrid y del AC Milán, entre otros, pasa sus días tras las rejas dedicado a la reparación de televisores, radios y algunos electrodomésticos y participa además de programas de lectura en la prisión rural de Tremembé, cerca de San Pablo.

El drástico cambio de vida del exastro del fútbol mundial se da en el marco del cumplimiento de la segunda parte de su condena y como parte de un programa para rehabilitar a los presos y facilitarles su integración en la sociedad. De acuerdo con declaraciones realizadas por su abogado, Mario Rosso, el exfutbolista se anotó en un curso de electrónica básica del Instituto Universal Brasileño, en donde mediante la realización de un curso de 600 horas se le enseña la reparación de radios, televisores y otros electrodomésticos.

LEE MÁS: Nicaragua negocia con Rusia para sumarse a los BRICS

Foto: cárcel de Tremembé.

De ganar millones de dólares por temporada y pasar sus días en una casa lujosa, a vivir en una celda de apenas ocho metros cuadrados en una prisión rural, a 200 kilómetros de Santos, Sao Paulo. Según las palabras de su abogado, el exdeportista intenta sobreponerse al encierro de todas las maneras posibles e intenta pasar desapercibido entre sus compañeros de prisión.

"Robinho mantiene la cabeza gacha y sigue adelante tranquilamente..., está siendo un recluso ejemplar y no ha tenido problemas con otros presos. Incluso le regalaron unas botas de fútbol, una vez integrado, para que pudiera incorporarse a los juegos en el tiempo de recreo", afirmó Rosso.

LEE MÁS: Polémica: Boluarte promulga ley que impide acusar a los partidos políticos por corrupción

La causa contra el exdelantero de la selección brasilera tuvo sus inicios en el 2013, luego de que Robinho fuera señalado por participar de una violación grupal contra una joven albanesa en una discoteca. Finalmente, en 2017 un tribunal italiano lo condenó a nueve años de prisión aunque el exdeportista continuó con la apelación hasta que en 2022 la 3ª Sección Penal del Supremo Tribunal de Casación de Roma ratificara su pena.

Desde 2024, Robinho cumple su condena en Brasil gracias a una decisión del Tribunal Supremo de Brasil.

Tras la confirmación de su condena, el exfutbolista entregó su pasaporte a las autoridades italianas que por un pedido de la Fiscalía en 2023, a 10 años de que iniciara el proceso legal en su contra, le permitieron a Robinho continuar con el cumplimiento de su pena en su país natal, Brasil, donde tras una decisión del Tribunal Superior fue repatriado y trasladado a la prisión de Tremembé.

Desde entonces, la exestrella merengue ha intentado colaborar en la prisión y se ha ofrecido como voluntario para dirigir un programa de lectura que distribuye 500 libros al mes a otros internos, en lo que se entiende como denodados esfuerzos por demostrar su buena conducta tras las rejas, hecho que, de seguir así, le permitiría aplicar para un régimen carcelario más flexible, recién en 2027.