Colombia: Uribe Turbay continúa en estado crítico y no responde a cirugías

El senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay, de 39 años, lucha por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Fundación Santa Fe de Bogotá, tras ser víctima de un atentado el último sábado. El ataque ocurrió durante un acto político en el barrio Modelia, localidad de Fontibón, cuando un menor de 15 años le disparó, y lo hirió de gravedad en la cabeza y la pierna izquierda. A pesar de haber superado una cirugía de emergencia, su estado actualmente es de "máxima gravedad" con un pronóstico reservado, según el último parte médico.

Uribe Turbay, miembro del partido Centro Democrático y férreo opositor al gobierno de Gustavo Petro, fue trasladado inicialmente a un centro médico cercano tras el ataque, pero debido a la gravedad de sus heridas fue remitido a la Fundación Santa Fe. Allí, bajo la dirección del reconocido neurocirujano Fernando Hakim, se le practicaron procedimientos neuroquirúrgicos y vasculares. Sin embargo, el hospital informó que el senador ha mostrado "escasa respuesta" a los tratamientos, lo que mantiene en vilo a su familia y seguidores. María Claudia Tarazona, esposa del político, expresó en redes sociales: "Les pido de todo corazón que no paren de rezar. Miguel necesita un milagro".

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El precandidato Miguel Uribe de Centro Democrático (CD) continúa en estado crítico.

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La investigación del atentado, liderada por la Fiscalía General y la Policía Nacional, apunta a un menor de 15 años como el presunto autor material, quien fue capturado por ciudadanos en el lugar de los hechos. El arma utilizada, una pistola Glock comprada en Arizona en 2020, está bajo análisis para determinar cómo llegó a manos del atacante. Un hecho que complica las pesquisas es la desaparición del celular del menor, un elemento clave que podría contener información sobre los autores intelectuales. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, señaló tres hipótesis: un ataque dirigido específicamente contra Uribe Turbay, un acto contra su partido político o un intento de desestabilizar al gobierno.

El atentado ha generado una ola de condenas nacionales e internacionales. El presidente Gustavo Petro, quien ordenó investigar incluso al esquema de seguridad del senador, expresó su solidaridad, pero también criticó el uso político del caso. Líderes como el expresidente Álvaro Uribe y el senador Efraín Cepeda rechazaron el ataque, calificándolo como una amenaza a la democracia en un contexto de polarización. Organismos como la Unión Europea, México y el Grupo Libertad y Democracia también condenaron la violencia política. En Bogotá, cientos de personas se congregaron frente a la clínica para orar por la recuperación del senador, mientras una marcha por la paz recorrió la ciudad exigiendo el fin de la retórica violenta.

Uribe Turbay, nieto del expresidente Julio César Turbay (1978-1982) e hijo de la periodista Diana Turbay, asesinada en 1991 por el cartel de Medellín, es una figura prominente del Centro Democrático. Su trayectoria incluye haber sido concejal de Bogotá, secretario de Gobierno y senador más votado en 2022. Este ataque, ocurrido a un año de las elecciones presidenciales de 2026, reaviva los temores sobre la violencia política en Colombia y pone en cuestión la seguridad de los líderes en un país marcado por décadas de conflicto