Cachetazo al petrismo: dura derrota del Gobierno en las elecciones regionales

Las elecciones regionales celebradas este último domingo en Colombia, significaron un duro golpe para el Gobierno de Gustavo Petro, en su primer test electoral fuerte, al punto que el partido oficialista de centroizquierda, el Pacto Histórico, no logró hacerse con ninguna de las principales alcaldías en disputa y en todas acabó derrotado por amplio margen.

Las derrotas en las alcaldías de Bogotá, Cartagena, Barranquilla, Cali, Cúcuta, Medellín y Bucaramanga asestaron un duro golpe al oficialismo. Tal vez, la derrota más dura para el mandatario haya sido en la ciudad capital, distrito que supo gobernar y en donde en esta oportunidad, el aspirante liberal, (hijo del excandidato a la Presidencia asesinado por el Cártel de Medellín, Luis Carlos Galán), Carlos Fernando Galán se impuso casi con el 50 por ciento de los votos, más de 20 puntos arriba del candidato petrista, Gustavo Bolívar.

En términos concretos, los resultados de las elecciones regionales colombianas, se traducen en un fuerte viraje hacia la derecha, y es que, a poco más de doce meses de su llegada al Palacio de Nariño, Petro ha visto disminuir de manera acelerada y alarmante gran parte del apoyo político que lo supo catapultar a la presidencia.

Ni bien se conocieron los primeros datos de los comicios, el mandatario colombiano hizo saber su parecer a través de su cuenta de X, (antes Twitter)."La oposición con su influencia en el Estado quiso mostrar niveles de riesgo altísimo para estas elecciones. Querían construir un ambiente de miedo en la ciudadanía para sacar resultados electorales", disparó Petro.

La cúpula del Pacto Histórico deberá sentarse a reflexionar sobre los factores que incidieron en la contundente derrota del último domingo. Con la política de la "Paz Total" como bandera principal, Petro intentó materializar logros que sus predecesores no habían podido alcanzar (el alto al fuego con el ELN, el cese de hostilidades con el EMC, principal grupo de las disidencias de las FARC). No obstante, con los magros datos económicos que se esperan para este año (inflación del 12 por ciento, desempleo superior al 10%), sumado a el escándalo de corrupción acerca del financiamiento de la campaña presidencial que involucra a su hijo, Nicolás Petro Burgos, y los recientes cortocircuitos con Israel, han sido un combo con un efecto sumamente negativo, para el primer test electoral del mandatario tras poco más de doce meses de gestión.

Por otro lado, horas antes de los comicios, se supo del secuestro de los padres del jugador del Liverpool y de la Selección Nacional, Luis Díaz, situación que generó el rechazo de la ciudadanía colombiana, y que se estima, también influyó en la consideración del electorado.

Los resultados podrían representar el retorno al centro de la escena política de los sectores más conservadores del país, asociados al uribismo. Sin dudas, se trata de un llamado de atención sobre el cual el Petro deberá reflexionar si no quiere que "la ola de transformación" propuesta por el Pacto Histórico para Colombia, naufrague.