Victoria pírrica para el Gobierno de Milei: la Cámara de Diputados aprobó en general la Ley Ómnibus

Con 144 votos a favor y 109 en contra, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó en general el proyecto "Bases", más conocido como la "Ley Ómnibus" impulsado por el Gobierno de Javier Milei, tras tres días de intenso debate y negociaciones de última hora con los sectores "dialoguistas" de la oposición. Se espera que el martes próximo se realice la votación en particular de cada artículo.

Si bien, el Gobierno de Milei podría ufanarse a priori, de haber conseguido en términos generales la aprobación de uno de sus proyectos centrales de gestión, para conseguir el pase a la Cámara de Senadores de su expediente, aún deben votarse los 382 artículos y sus anexos, que representan la esencia del proyecto mileísta. Sin embargo, ¿Puede el oficialismo celebrar su primer "triunfo" legislativo?

Lejos quedó en la realidad, la retórica belicista, confrontativa, sintetizada perfectamente en la frase que uno de sus, ahora exministros, le atribuyó a Milei: "Los voy a fundir a todos". El bravo león, que hacía menos de una semana en una entrevista en The Wall Street Journal, se mostraba inflexible a una negociación, chocó de bruces contra el funcionamiento de nada más ni nada menos que las instituciones, la democracia misma.

No sólo el Gobierno hubo de sentarse a regañadientes a "negociar" con la oposición artículo por artículo, sino que además, se vio obligado a realizar concesiones, la más significativa de ellas, anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, que consistió en la retirada del "apartado fiscal" del proyecto original. Como si fuera poco, de los 664 artículos originales que figuraban en el expediente, el proyecto finalmente se aprobó en general en la Cámara baja con menos de la mitad y a razón de un alto coste político para el oficialismo, que pasó de su intención inicial de imponer, a conceder. Un giro de 180 grados para un Gobierno que no cuenta con mayoría propia en ninguna de las dos cámaras.

Además de la esencia original del proyecto, que ha quedado sustancialmente modificada y poco le queda de su aire inicial de "desregulación total", el costo para el Gobierno de Milei, también se vio reflejado en su imagen, y es que si bien, la actual coyuntura económica del país dista de ser favorable para el oficialismo, las idas y vueltas del Ejecutivo, las amenazas a viva voz contra gobernadores, legisladores y todo aquel que mostrara alguna disidencia con el proyecto en sí, se vieron reflejada en una caída de diez puntos en la imagen positiva del libertario, en menos de dos meses de Gobierno, de acuerdo a un sondeo realizado por la encuestadora Zubán - Córdoba.

En una rápida evaluación de costos y beneficios, podría concluirse a simple vista que es más lo que el Gobierno perdió que lo que efectivamente ganó. Más aún si se tiene en cuenta que todavía resta el paso del proyecto por la Cámara de Senadores, en donde el espacio de Unión por la Patria está a sólo cuatro bancas de la mayoría necesaria para rechazar el proyecto, situación que haría caer en sacos rotos, todos los puentes tendidos y las concesiones realizadas a los gobernadores y a la oposición, por el oficialismo.

En conclusión, puede decirse que la victoria, al menos temporal, de Javier Milei ha sido pírrica. La salida de un ministro de Gobierno, la modificación del espíritu original del expediente, y con ello de casi todo el proyecto, sumado a los cambios constantes de postura del Ejecutivo, las concesiones realizadas a las demandas de los mandatarios provinciales y a los bloques opositores de la UCR y de Hacemos Coalición Federal, junto a la fuerte merma del capital político del oficialismo en menos de dos meses, dan por resultado un alto coste político, que a pesar de haber valido el primer triunfo legislativo en la era Milei, dejan un sabor a derrota.