Christine Wilson, residente de la ciudad de Attleboro (en el estado de Massachussets) se ha convertido en noticia tras ganar por segunda vez en menos de tres meses un premio de un millón de dólares en la lotería estatal.

El increíble caso de Wilson despertó inmediatamente la atención de los medios, no sólo por el breve lapso de tiempo entre ambos hechos, sino por la decisión de la apostadora de optar por el pago de la suma de U$$ 650 mil, libres de impuestos, antes que un premio anual de U$$ 15 millones de dólares. Según lo revelado por la mujer, tras hacerse con el premio, planea destinar la suma de dinero obtenida a sus ahorros personales, y no gastarla.

La afortunada mujer ganó su primer premio el 23 de febrero, luego de participar en el juego "Lifetime Millions", en donde tras adquirir un boleto de 50 dólares en la tienda Dubs's Discount Liquors, en Mansfield, Wilson se hizo con su primer millón de dólares. Sin embargo, su racha de buena suerte no terminaría ahí, ya que sólo 10 semanas después, tras comprar un boleto de "100X Cash" se haría nuevamente con otro premio de un millón de dólares. Cabe mencionar que tras deducir los impuestos correspondientes, en ambas oportunidades para la apostadora el premio fue de u$$ 650 mil.

A pesar de contar con la posibilidad de ampliar su premio, dado que el juego "Lifetime Millions", propone tres premios mayores, uno de ellos la posibilidad de ganar un millón de dólares anuales durante al menos 20 años, Wilson, en cambio, se inclinó por por recibir su premio en forma de un pago único de $650,000 antes de impuestos.

Por otro lado, las tiendas en donde la apostadora adquirió los boletos triunfadores también serán reconocidas y serán premiadas con un bono de $10,000, en un mecanismo que intenta incentivar y premiar a los puntos de venta que participan en este tipo de sorteos.

El caso de Wilson rompe con toda probabilidad estadística si se toma en cuenta que ya de por sí la posibilidad de que una persona gane mediante una apuesta un millón de dólares durante su vida, es muy baja. Sin embargo, la afortunada mujer no sólo rompió esa barrera sino que además lo hizo dos veces en menos de tres meses, en un caso nunca antes visto.