En medio de la crisis migratoria que afecta al país, la administración del mandatario estadounidense Joe Biden evalúa conceder el status "legal" a los inmigrantes indocumentados que se encuentren casados con ciudadanos estadounidenses, en una medida que podría favorecer a cerca de un millón de personas que se encuentran en esa situación.

La medida que aún se encuentra en estudio en la Casa Blanca guarda similitudes con el Parole Humanitario una medida que el gobierno norteamericano ha utilizado anteriormente para admitir a refugiados, y que permite que la persona quede protegida de la deportación y también pueda optar para aplicar a un empleo en el país.

Además de aplicarse en los casos de los refugiados políticos, la medida se aplica en una menor escala en los cónyuges indocumentados de veteranos militares según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, SCIEU.

Por su parte, el representante del Partido Republicano por Ohio Jim Jordan, manifestó su rechazo a la medida que evalúa el gobierno norteamericano y criticó la política inmigratoria llevada a cabo por el gobierno demócrata. "La administración Biden sigue poniendo a los ilegales por delante de los ciudadanos estadounidenses", expresó.

Además de analizar la aplicación del Parole in Place para aliviar la situación migratoria de al menos un millón de personas, la administración de Biden estudia cómo reducir los cruces ilegales por la frontera sur con México, en donde solamente el año anterior se ubicaron cerca de los 3 millones, hecho que ocasionó duras críticas de los gobernadores de estados republicanos, como Texas, que sancionaron controvertidas leyes antimigratorias como respuesta a la crisis.