Cerca de 13 millones de ecuatorianos se encuentran habilitados para votar durante este domingo en un referéndum que será crucial para la gestión del actual mandatario del país Daniel Noboa, en medio del estado de excepción dictaminado por la crisis energética que atraviesa el país, y el recrudecimiento de la violencia en algunos sectores, ligado al accionar de los grupos narcoterroristas.

El referéndum planteado por Noboa invita a la población a responder por "Sí" o por "NO" once preguntas que se encuentran divididas en dos partes. El primer bloque se abocará a interrogantes que planean introducir cambios en la constitución del Ecuador para otorgar a las Fuerzas Armadas del país mayores atribuciones para que puedan cumplir tareas de policía y en fin de garantizar la seguridad interior. Además, también buscará aprobar la extradición para criminales pedidos por otros Estados junto con la creación de judicaturas especiales destinadas a revisar pedidos como la "acción de protección" o el habeas corpus, una reforma en el Código Laboral para atraer mayores inversiones.

En lo que refiere al segundo bloque que comprende la parte de la Consulta Popular, el mismo refiere al endurecimiento de penas, al cumplimiento efectivo de las mismas y al establecimiento de mayores regulaciones en el control de armas, para reforzar la política de seguridad impulsada por la gestión de Noboa.

Con más de 4300 centros de votación habilitados por el Consejo Nacional Electoral se espera que el horario de votación se extienda hasta las 17 hs. Se espera que cerca de las 21 hs se conozcan los resultados definitivos de la consulta.

El referéndum es de vital importancia para la gestión de Noboa, (apenas con cuatro meses en el cargo) y que llega afectado al mismo, tras el asalto perpetrado a la embajada mexicana en Quito, el regreso de los cortes de energía eléctrica y el repunte de la violencia que en las últimas horas se cobró la vida de dos alcaldes en Ecuador. De hacerse con un resultado favorable durante la jornada, Noboa tendrá vía libre para implementar sus reformas, al tiempo que le imprimirá un fuerte impulso de cara a las elecciones presidenciales del 2025, en donde podrá ir en búsqueda de su reelección.